La nave espacial de Elon Musk finalmente llegó al espacio, pero a pesar de su logro, todavía hay tareas pendientes por hacer.
Elon Musk y la Starship de SpaceX han logrado superar sus dos primeras pruebas y alcanzar un nuevo hito: llegar al espacio apenas en su tercer vuelo. El gigantesco barco espacial de Elon Musk ha llegado a su objetivo principal y ha aprovechado la oportunidad para realizar más pruebas mientras lo hace.
El vuelo tenía previsto comenzar a las 6:00 am y terminar a las 7:25 am, hora del centro de México, principalmente debido a los fuertes vientos y algunas embarcaciones que estaban cerca del área de lanzamiento.
El vuelo más eficiente hasta ahora
El vuelo de la Starship se llevó a cabo de la mejor manera posible desde el despegue, con un lanzamiento sin problemas ni demoras, con todos los motores de la nave en funcionamiento y sin fugas, algo que sí había sucedido en ocasiones anteriores.
La siguiente etapa, la separación en caliente, también se llevó a cabo correctamente; la parte superior de la nave encendió sus motores y se alejó del Super Heavy en la parte inferior.
El Super Heavy también completó correctamente su primer maniobra, completando un primer encendido de sus motores mientras regresaba a la Tierra, similar a lo que hacen los cohetes Falcon 9, pero no hizo su segundo encendido para frenar antes de caer al océano y chocar contra el agua después de perder el control.
Sin embargo, una vez que la parte superior del barco de Starship llegó al espacio, SpaceX realizó varias pruebas adicionales, incluida la transferencia de combustible de un tanque a otro en la nave y la apertura de su puerta de acceso para simular el despliegue de satélites Starlink.
Aproximadamente 45 minutos después de su despegue, la segunda etapa comenzó sus maniobras de regreso a la Tierra. Finalmente, probó las placas térmicas que rodeaban la nave en el espacio y mostró el plasma producido por el calor de la maniobra alrededor de la nave.
A pesar de sus éxitos, la nave Starship en su variante S28 se perdió durante el proceso de reentrada. Según SpaceX, después de comenzar la maniobra, la comunicación con la telemetría se interrumpió a una altura de alrededor de 65 kilómetros y no pudo ser restablecida. Como resultado, la etapa final prevista del vuelo, que consistía en caer en el océano, no se completó.
SpaceX todavía necesita completar las últimas fases del vuelo en el Super Heavy y el Starship de manera adecuada, así como corregir problemas como el mal funcionamiento de su puerta de carga y probar una nueva técnica de aterrizaje en Tierra. No obstante, en comparación con las pruebas anteriores, este es un avance significativo que la nave no había logrado hasta ahora.