¿Cómo saber si tu gato tiene problemas digestivos?
Cambios en las heces: Si sus heces se vuelven blandas, con mucosidad o sangre, o si va al baño más seguido de lo normal.
Vómitos: Un vómito ocasional no es grave, pero si es frecuente o dura mucho tiempo, puede ser una señal de algo serio.
Ruidos en el estómago: Si su pancita hace ruidos extraños, como gruñidos, podría estar teniendo problemas digestivos.
Cambio en el apetito o el peso: Si tu gato deja de comer, se siente débil o pierde peso, podría estar sufriendo dolor o malestar estomacal.
¿Por qué un gato puede tener problemas digestivos?
Parásitos: Los gatitos pequeños suelen ser más propensos a tener parásitos que les provocan diarrea.
Enfermedades infecciosas: Enfermedades graves como la panleucopenia causan diarrea con sangre y otros síntomas fuertes.
Obstrucción intestinal: A veces, los gatos pueden comer algo que les obstruye el estómago, como hilos o trozos de plástico.
Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades, como los problemas renales o la inflamación en los intestinos, también pueden afectar la digestión.
Intolerancia o alergias a la comida: Algunos alimentos pueden no ser bien digeridos por el gato, causando malestar.
Cuidados especiales para gatitos
Los gatitos son más vulnerables a las enfermedades digestivas, por lo tanto, un parásito o una enfermedad grave como la panleucopenia pueden ser muy peligrosos para ellos. Es importante que los gatitos reciban su desparasitación y vacunas desde pequeños, y que vayas al veterinario si notas que algo no está bien.