¿Como respiran las ballenas?
Las ballenas, al igual que otros mamíferos, poseen pulmones y dependen del oxígeno para sobrevivir, sin embargo, su vida en el agua las obliga a adaptarse a un proceso respiratorio único, que les permite realizar buceos prolongados sin la necesidad de ascender constantemente a la superficie, para entender cómo logran esto, es importante conocer sus adaptaciones físicas y biológicas, las cuales son verdaderamente sorprendentes.
Uno de los principales mecanismos de respiración de las ballenas se da a través de los espiráculos, que son orificios situados en la parte superior de sus cabezas, estos espiráculos son una adaptación evolutiva que les permite respirar sin necesidad de levantar la totalidad de su cuerpo fuera del agua, dependiendo de la especie, las ballenas pueden tener uno o dos espiráculos, las ballenas barbadas, conocidas como misticetos, tienen dos, mientras que las odontocetos, como los cachalotes, presentan solo uno.
La respiración de las ballenas no se limita a una simple inspiración y expiración, su proceso respiratorio es altamente eficiente y adaptado a sus necesidades, cuando una ballena asciende a la superficie, expulsa rápidamente el aire a través del espiráculo, lo que provoca una salida de aire y agua que se observa como un característico “soplido”, este acto de expulsar aire con fuerza vacía de manera casi instantánea sus pulmones, lo que les permite tomar una nueva bocanada de oxígeno de forma eficiente, curiosamente, algunas especies, como la ballena azul, son capaces de vaciar sus pulmones de hasta 1500 litros de aire en solo dos segundos.
Aunque los pulmones de las ballenas no son más grandes en comparación con los de mamíferos terrestres, tienen una capacidad de respiración mucho más profunda, esto les permite realizar inspiraciones y espiraciones más amplias, maximizando la cantidad de oxígeno que pueden almacenar durante sus inmersiones, además, las ballenas tienen un sistema circulatorio y muscular especialmente diseñado para aprovechar este oxígeno durante largos periodos sin necesidad de subir a la superficie, una de las adaptaciones más destacadas es la “rete mirabile”, una red de vasos sanguíneos que actúa como reserva de sangre oxigenada.
El proceso de respiración también está influido por la profundidad del buceo, cuando las ballenas alcanzan profundidades de 50 a 100 metros, la presión sobre sus pulmones es tan alta que los alveólos, donde se produce el intercambio de gases, pueden colapsar, para evitarlo, comprimen el aire en los pulmones y lo redirigen hacia los bronquiolos, que son más resistentes, esto les permite seguir absorbiendo oxígeno, incluso bajo condiciones extremas.
A pesar de sus increíbles adaptaciones, las ballenas necesitan salir a la superficie para respirar, y esto representa un reto cuando se encuentran en su fase de descanso, mientras duermen, las ballenas practican lo que se denomina “sueño unihemisférico”, un fenómeno único que también se observa en los delfines, este tipo de sueño permite que un hemisferio cerebral se mantenga activo, lo que les garantiza que puedan seguir emergiendo a la superficie para respirar, incluso mientras descansan, así, las ballenas logran descansar sin dejar de ser conscientes de la necesidad de respirar.