China ha producido la primera batería de agua que tiene la misma capacidad que las de litio.
La primera batería que utiliza agua como solución líquida para disolver los electrolitos fue desarrollada en China. El modelo tiene 1.000 ciclos de carga y la doble de capacidad que las baterías de litio actuales.
Aunque la industria está buscando alternativas más ecológicas, las baterías de litio se presentan como los protagonistas de la transición hacia modelos de movilidad más sostenibles. En China, se ha desarrollado una batería a base de agua que es más segura que las actuales.
Los principales problemas con las baterías de litio son la inflamabilidad, la falta de materiales y la dificultad de reciclarlas. El modelo eliminaría estos factores y garantizaría resultados positivos a largo plazo.
La densidad energética de estas baterías será el doble que la de los iones de litio, según Interesting Engineering. La industria de los vehículos eléctricos podría cambiar debido a una mayor autonomía.
Este líquido sirve como disolvente de los electrolitos en las baterías de agua, lo que permite que la pila se cargue y descargue.
Aunque este no es el primer experimento que se ha realizado, los anteriores no han dado buenos resultados: debido a la solubilidad más baja del electrolito y el bajo voltaje, tienen menos capacidad de energía.
En los últimos años, China ha encontrado una solución a los modelos que se estaban desarrollando. La batería fue desarrollada por el Instituto Dalian de Física Química (DICP) de la Academia China de Ciencias (CAS).
Según la investigación, durante el proceso de carga, el bromuro añadido al electrolito se transforma en bromuro de yodo polar (IBr). El agua y este elemento reaccionan para formar yodato a través de oxidación. Después de eso, este componente se transfere al lado positivo de la batería.
Durante el proceso de descarga, el yodato oxida el bromo, lo que lo convierte en un proceso reversible. El bromuro es un intermediario que hace que la reacción electroquímica sea más eficiente.
La industria de la automoción se enfrenta a la degradación progresiva de las baterías de litio como resultado del uso. Los investigadores afirman que las baterías de agua tienen una vida útil de 1.000 ciclos de carga, lo que demuestra su estabilidad.
Los resultados iniciales son optimistas para los científicos. La densidad de energía podría incluso superar la de algunos electrodos sólidos y el costo de fabricación podría ser similar al de las baterías de iones de litio actuales.
Las baterías de agua con alta densidad podrían cambiar la forma en que se almacena la energía en redes e incluso en vehículos eléctricos, aunque todavía hay mucho por hacer.
