Un tren en la Luna se acerca a la realidad
Con un sistema de levitación magnética similar al que se está desarrollando en la Tierra, el proyecto FLOAT financiado por la NASA podría llevar el tren a la Luna.
La NASA está experimentando una época difícil debido a los constantes recortes de presupuesto, lo que ha puesto en peligro uno de sus proyectos más ambiciosos en Marte. Después de cincuenta años, el reto ahora es volver a la Luna.
Esta vez, el objetivo será distinto. La toma de muestras y la realización de experimentos breves para evaluar la composición de la atmósfera fueron los principales objetivos de las primeras expediciones. Ahora, la agencia espacial tiene la intención de construir una instalación en la que permanecer durante un período más prolongado de tiempo.
La creación de esta pequeña ciudad dependerá principalmente de los recursos naturales de la Luna, así como del transporte. La NASA está trabajando en la instalación de un ferrocarril en el satélite para conectar varios lugares de la base lunar.
Aunque el plan es ambicioso, no se extendería mucho. El objetivo es conectar los lugares donde se encuentran los recursos que las personas podrían utilizar durante su estadía. Más allá de los barcos, el tren es un medio de transporte interno.
Es necesario incorporar a este sistema otros vehículos que se emplean tanto en la Luna con los buggys como en Marte con el helicóptero Ingenuity.
El proyecto más prometedor para construir una línea de tren en la Luna es FLOAT. Podría ser viable porque la NASA lo ha incluido en su sección Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) y recientemente ha avanzado a la fase II de desarrollo.
Los NIAC son un conjunto de proyectos que se recompensan por la creación de tecnologías innovadoras. Debido a que uno de los requisitos de entrada es tener el potencial de cambiar el futuro de la carrera espacial, muy pocos estudios son elegidos para participar.
Con un sistema similar a los trenes de levitación magnética que se están diseñando en la Tierra, el ferrocarril de la Luna tiene un alto grado de innovación. El vehículo se mueve sobre vías de grafito, un material que repele los campos magnéticos debido a su diamagnetismo.
El funcionamiento del ferrocarril es simple: el grafito repele a los imanes y lo aleja del tren. Debido a la levitación mínima, es una de las tecnologías más eficientes para moverse por el satélite.
A pesar de los estudios realizados durante las últimas décadas, la superficie de la Luna sigue siendo desconocida. Los robots han tenido que lidiar con terrenos escarpados y muchos han sufrido averías constantes. La levitación reduce los daños al evitar que el tren se mueva directamente sobre el suelo por vías convencionales.
Este tipo de transporte no fue elegido de manera casual. Alimentado por paneles solares, el tren sería prácticamente autónomo y apenas requeriría la intervención humana.
Solo seis proyectos NIAC de la NASA están actualmente en marcha. El ferrocarril de la Luna está en su segunda etapa de desarrollo y podría convertirse en una realidad en alrededor de diez años.
