Historia y respuesta: Nicaragua, amor eterno
Por Miguel Ángel Aguilar/Kriptón.mx
Día con día crece la admiración de los pueblos del mundo por este pequeño país oficialmente llamado República de Nicaragua, en un América Central en dónde un pueblo trabajador y honrado Establece que pertenece a una revolución emergente y que ha sido calificada como la mediadora de todos los conflictos y con una puerta como es la asamblea nacional de Nicaragua y una república dirigida por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, en una superficie de 130,000 km y con una historia rica en todos los sentidos y en todos los ámbitos políticos, social, comunal y religioso.
Son casi 7 millones de orgullosos nicaragüenses.
Me encuentro con Nicaragua Data desde que tenía 15 años cuando mis amigos del centro libre de experimentación teatral y artística, acudían con denuedo en esas giras por todo Centroamérica rumbo a Colombia y siempre el referente de la lucha heroica del frente sandinista de liberación nacional ante una dictadura somocista que le entregaba a la historia, el listado de las aberraciones más insensatas por pertenecer a una casta que se creía divina, pero que en realidad era una forma subyugada de gobierno ante el Imperio estadounidense y que mermaba la soberanía de Nicaragua y el desarrollo de un pueblo harto de la miseria y la represión.
Para Entonces nosotros organizábamos en las ciudades mexicanas de San Luis Potosí o Chihuahua o la Ciudad de México, festivales en apoyo a la lucha que el pueblo nicaragüense emprendía y hacíamos también carteles en apoyo directo a los esfuerzos de los sandinistas por salir adelante en su lucha heroica y los lazos de amistad que durante muchos años se enlazaron con una forma inolvidable y similitud con los pueblos indígenas, Y eso para nosotros siempre resultó un círculo virtuoso que nos obligaba humanitariamente abrazarlos a la distancia y con nuestros cantos.
Mi visita a Nicaragua como cronista y periodista para diversos medios tanto de México, Colombia y Argentina, fue de todo exitosa, pues la hospitalidad del pueblo nicaragüense y sus autoridades me permitieron conocer los datos numerológicos de un país verdaderamente fascinante y con una historia dentro de la medicina, la economía, la cooperación militar, el empuje económico y los grandes personajes que han hecho de este país sea uno de los más queridos, ya por su estatura volcánica y por sus paisajes como únicos en nuestro continente latinoamericano.
Recuerdo perfectamente cuando el gobierno sandinista nos invitó a una reunión en la cancillería en donde tuvimos la oportunidad de platicar con Embajadores y con personal diplomático de las más diversas embajadas acreditadas e invitados especiales, tanto de Angola como Palestina y de países tan lejanos en donde la camaradería y el intercambio me dieron una visión de cómo la referencia de Nicaragua es de verdad de una gran riqueza y de una alianza fraterna poco vista en otros países.
Siempre he sido curioso y saber un poco de historia de los pueblos indígenas de Nicaragua me llevó al asombro, pero también a reconocer que, dentro de sus selvas y bosques, lagunas, lagos y mares, sus ríos y sus antiguos reinos indígenas, me hicieron creciese Este Amor eterno Por sus grandes volcanes y su calor humano.
Pronto regresaré a ese país bendito y con las ganas de abrazar a mis amigos y amigas y a la población entera.