Historia y respuesta: Alberto Enríquez, la partida de un hombre valiente
Por Miguel Ángel Aguilar/Kriptón.mx
Todo ciclo se consuma. Lo que tiene que suceder, sucederá, ¿qué hubo entre nosotros los hombres de un pueblo vinculado a la literatura, a la agitación de las ideas, al estudio fecundo de las gramáticas del mundo y mas de la nuestra, La de un pueblo descalzo, la de una población explotada, siempre necesitada?
Hubo eso, poetas, escritores cuenteros, novelistas, actores, músicos, humanistas.
Y uno de ellos lo fue, lo es, lo será sin duda, Alberto Enríquez González, siempre escribiendo, comunicando, ganando premios, siendo reconocido principalmente por la población, como el poeta de la gente, el librero, el tallerista, el maestro, el actor, el camarada, el sensible el sensei que regresó al terruño, cumpliendo un haber, una tarea, muchas veleidades, complicaciones, retos y maravillas que le rodearon por ser parte del peligro, la aventura, los viajes y los libros.
Baste recordarlo como nuestro vecino en la famosa Avenida Damián Carmona, donde describiría en sus poemas luminosos infinidad de aconteceres humanos con un lenguaje de verdad alucinante, propio de un castellano que le supo a la república de las letras, al país de las emociones, al barrio de la buena propuesta.
También recordarlo como compañero de talleres, la fortuna de haber tenido guías inolvidables como Donoso, Sampedro, compañeros como Alfredo Contreras, Carlos Guerrero, Miguel Ontiveros, Lino Villalon, Pilar Soberón, Isabel Galán y tantos y tantas compañeras que durante años con altísimas maravillas de literatos rusos en presencia, cubanos y españoles, colombianos y mismos patriotas que convivirían con nosotros en una terapia ocupacional llena de aprendizajes reales, inmediatos, bien pagados.
todo preparado por el maestro Miguel Donoso Pareja, considerado uno de los mejores innovadores de la literatura mundial y parte del llamado Boom de la literatura latinoamericana.
Alberto también fue Psicólogo, actor, tallerista, maestro, siempre lleno de aventuras desde muy joven, estuvo presente en la matanza del 2 de octubre y que por providencia salvó la vida junto a otros resguardos en una iglesia.
Adiós al gran compañero de la vida. Meses antes expreso nos quería mucho.
Ahora se la regresamos al doble: lo queremos y mucho.
Dicen los españoles y sus mesas del espiritismo revolucionario:”…no estén tristes, nos volveremos a encontrar…”