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CARTAPACIO: Microterrorismo Doméstico. Ciudad Juárez

CARTAPACIO: Microterrorismo Doméstico. Ciudad Juárez

Por Raúl Ruiz/Kriptón.mx

Vivir en una sociedad cubierta de violencia, no nos permite definir con exactitud los tipos de delitos que se cometen a diario en la ciudad.

Se supone que el código penal los ha podido compendiar a todos; sin embargo, la dinámica social se desliza a una velocidad tan rápida, que revela nuevas formas de delinquir, y no están tipificadas por la ley.

Hay algunas modificaciones legislativas que ayudan a descubrir propósitos delictivos nuevos, como EL FEMINICIDIO.

Antes solo había, homicidio común, parricidio e infanticidio.

Hoy el FEMINICIDIO, cobra notoriedad.

Es el homicidio a mujeres por odio, aversión, aborrecimiento, animadversión, abominación, o simple antipatía; cobra este sentido de novedad, y se tipifica diferente que el homicidio contra varones, aunque al momento de cometerse, exista también, odio, aversión, aborrecimiento, animadversión, abominación, o antipatía, cuando matan a un hombre.

En un trabajo anterior di a conocer un concepto de apreciación, sobre actos de terror doméstico, que no se persiguen como tal, porque no tenemos definida o clasificada esta categoría con precisión.

Es más sencillo colgar la variable en una escala simplona, que les ha dado en llamarlo… VANDALISMO.

Aunque el vandalismo vaya desde grafitear un muro, romper cristales en los comercios, destrozar parabrisas, dañar monumentos; hasta lanzar una molotov, un cerillo al basurero, o destruir patrimonio del Estado.

Yo le llamo microterrorismo doméstico.

¿Por qué micro? Porque el radio del miedo es de corto alcance. Aterra a los vecinos, a la ciudadanía local.

¿Por qué terrorismo?

Porque la esencia del terrorismo es esa, causar miedo, terror, angustia, desasosiego.

Un acto de terrorismo normalmente tiene un objetivo final que es “mayor”, y más estratégico que el efecto inmediato del acto.

Por ejemplo, un atentado con bomba contra civiles está destinado a cambiar la opinión pública con el fin de ejercer presión sobre el gobierno.

El blanco del terrorismo es impactar psicológicamente, o lastimar, a la población civil.

¿Quién juzga los delitos de terrorismo?

No hay un arbitrio exclusivo para tal circunstancia.

La LOPJ (ley orgánica del poder judicial), convertida ahora en ley para la fiscalía, deja la lista abierta indicando que la Audiencia Nacional es competente para conocer de cualquier otro asunto que le atribuyan las leyes.

Por ejemplo, es el órgano encargado del enjuiciamiento de los delitos cometidos por bandas armadas y grupos terroristas.

Por se parte, el FBI (Federal Bureau of Investigation) define el terrorismo como: <el uso ilegal de la fuerza o de la violencia contra personas o propiedades para intimidar o coaccionar a un gobierno, a la población civil o a un sector de ésta, con la intención de alcanzar objetivos políticos o de coacción para favorecer una organización>.

¿Qué es el delito de terrorismo en México?

En términos generales la palabra terrorismo se ha utilizado para referirse al uso sistemático del terror con la finalidad de coaccionar a organizaciones o gobiernos en la obtención de fines de índole político o ideológico.

Pero yo le añadiría… o conseguir reconocimiento y presencia en el seno de la sociedad a la que lastiman.

En nuestro caso local…

1. Ocho incendios en el relleno sanitario.

2. Torre de observación digital conectada a la plataforma Centinela en el corredor comercial, kilómetro 16. ¡Derribada!

3. Robo de alcantarillas de fierro. ¡Cientos!

4. Sistemático robo de aires acondicionados a escuelas.

5. Ataques sistemáticos de grupos armados en la vía pública.

Nomamespancho, ¿vandalismo? O terrorismo.

Nuestros terroristas domésticos son invisibles a los ojos de la autoridad.

Los trabajos de inteligencia, de las fuerzas del orden, son a todas luces ineficientes, ineficaces, incompetentes, inútiles.

Se cometen toda suerte de delitos y nunca hay detenidos.

Inexplicablemente, los malandros desaparecen por “EL RUMBO DESCONOCIDO”.

Antes, los jefes policíacos, declaraban que se estaba trabajando incansablemente para detener a los culpables.

Ah, y que la investigación siempre iba, “hasta las últimas consecuencias, ¡caiga quien caiga”!

Ahora, ni eso.

Inverosímiles las declaraciones del secretario de seguridad pública del estado de Chihuahua, Gil Loya:

“Nosotros no vamos a perseguir ni a enfrentar a los criminales. ¡esa no es nuestra labor!

Nuestro trabajo consiste solamente en buscar la paz entre los chihuahuenses”. (Sic)

Nomamespancho.

Da la impresión de haber “arreglo” entre el gobierno y los grupos criminales.

Porque voluntad política por disuadir, confrontar y erradicar el crimen… no hay.

Vivimos tiempos sórdidos. Necesitamos medidas radicales.

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raul.ruiz@kripton.mx

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