Día Mundial de la Hipertensión
Con el propósito de promover la concientización y los esfuerzos dirigidos a prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión.
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica y silenciosa que afecta a millones de personas en todo el mundo y se presenta cuando la presión en los vasos sanguíneos se mantiene persistentemente por encima de los valores normales, lo cual puede dañar órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones.
Indicó que en México, el 29.9% de las personas adultas vive con hipertensión arterial, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), y agregó que en sus etapas iniciales, la enfermedad no presenta síntomas, por lo que muchas personas desconocen que la padecen. A medida que progresa, pueden tener manifestaciones como: dolor de cabeza, zumbido en los oídos, visión de luces o destellos, náuseas o vómito, sangrados nasales frecuentes, palpitaciones.
El diagnóstico se establece mediante la medición de la presión arterial, idealmente con tres tomas en diferentes momentos del día y en días distintos. Entre los principales factores que aumentan la probabilidad de desarrollar hipertensión se encuentran: antecedentes familiares de hipertensión, consumo excesivo de sal, dieta pobre en frutas y verduras, sobrepeso y obesidad, inactividad física, consumo de alcohol y tabaco o estrés crónico. Esta enfermedad puede provocar complicaciones graves, como: infarto al miocardio, insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, enfermedad renal crónica, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular.
Las medidas para la prevención y control de la hipertensión se basan principalmente en los cambios en el estilo de vida, como: reducir el consumo de sal a menos de 5 g al día; incluir frutas y verduras en la dieta diaria; realizar actividad física regularmente (al menos 30 minutos al día); evitar el consumo de tabaco y alcohol; aprender a manejar el estrés de manera saludable, todas las personas adultas deben acudir periódicamente a su unidad de salud para conocer sus niveles de presión arterial, ya que detectarla a tiempo permite tomar medidas preventivas y evitar complicaciones graves.