Después de la muerte de su madre, Marian Robinson, Michelle Obama se encuentra en un estado de tristeza total.
Después de la muerte de su madre, Marian Robinson, Michelle Obama se encuentra en un estado de devastación. El viernes 31 de mayo por la noche, la ex primera dama de Estados Unidos, casada con el ex presidente Barack Obama y madre de Malia, de 25 años, y Sasha, de 22, anunció que su madre había fallecido a la edad de 86 años.
Michelle Obama anunció la noticia diciendo: “Mi madre Marian Robinson era mi pilar, siempre estaba disponible para ayudarme”. Era el mismo apoyo constante para toda nuestra familia, y nos duele saber que ha fallecido hoy. Me gustaría compartir algunas reflexiones sobre su vida extraordinaria. Marian, que estuvo casada con Frasier Robinson hasta su muerte en 1991 a los 55 años, tenía a su hijo, Craig, de 62 años, y había pasado la mayor parte de su vida en Chicago, su ciudad natal, como ama de casa, pero aceptó vivir en Washington después de que su yerno fuera elegido presidente en 2008.
La familia de Michelle Obama declaró en un comunicado que la presencia de Marian Robinson fue beneficiosa para ‘innumerables vidas’, pero se consuelan con la idea de que se reunirá con su difunto esposo en la otra vida. Su presencia mejoró la vida de muchas personas, ya que era considerada como hermana, tía, prima, vecina y amiga de muchos. Según el texto, todos la extrañamos mucho y desearíamos que estuviera aquí para ofrecernos una perspectiva, para aliviar nuestros pesados corazones con una risa y una dosis de su sabiduría.
El documento también dice: “Nos reconforta saber que ha vuelto al abrazo de su querido Fraser, que ha colocado su bandeja de televisión junto a su sillón reclinable, que están chocando sus vasos de whisky mientras ella le pone al día con las historias de este salvaje y hermoso viaje”. Le extraña mucho. Y concluye: “El mundo entero está lleno de pequeños Craigs y pequeñas Michelles, nos recordaba con frecuencia, subrayando la belleza y el potencial de cada niño.” Como siempre, estaba en lo correcto. Además, es verdad que una única Marian Robinson existió y seguirá existiendo, aunque ella lo niega con fuerza. El extraordinario don de su vida nos eleva en nuestra tristeza. Y dedicaremos el resto de nuestra vida a seguir su ejemplo.
