Esto explica la preferencia de las personas por los vehículos eléctricos.
Es evidente que los automóviles eléctricos están ganando popularidad. Según un informe de CNET, se vendieron en Estados Unidos más de un millón de vehículos electropropulsados solo en 2023. Cuando más personas comprendan que mantener un vehículo con baterías, en lugar de uno de combustión interna, es más barato, esta tendencia podría aumentar.
Sí, es verdad que comprar un vehículo eléctrico nuevo es más caro que comprar uno impulsado por motores térmicos en la actualidad. No obstante, esa disparidad se está reduciendo. Como lo demuestra un análisis de Cox Automotive sobre cómo el precio de este tipo de vehículos disminuye anualmente, igualando los costos de los vehículos eléctricos subsidiados por el gobierno.
El costo inicial de un vehículo no es el único asunto. Recordemos que, independientemente de su tecnología de propulsión, el mantenimiento será necesario a lo largo de su vida útil. En este punto, los vehículos eléctricos tendrían una ventaja sobre los vehículos de combustión.
Esto se debe a que la mayoría de los autos eléctricos tienen menos piezas que deben reemplazarse con frecuencia en las estaciones de servicio. El ejemplo más evidente es un motor.
Cada 10.000 kilómetros, es necesario reemplazar el aceite del motor y los filtros de un automóvil de combustión convencional, lo que cuesta en promedio 915 dólares (15.500 pesos). Sin embargo, porque no hay un motor de combustión en un vehículo eléctrico, el costo del servicio se elimina. Estos ejemplos estarían motivando a más personas a comprar vehículos eléctricos.
Según un estudio de Atlas Public Policy, poseer un Chevrolet Bolt EUV durante siete años te ahorraría hasta 10,581 dólares (173,378 pesos) en comparación con un Toyota Corolla LE, aunque los ahorros varían según el tipo de vehículo y otros factores. En los Estados Unidos, hay dos vehículos que tienen precios casi idénticos.
El estudio no cubrió los costos adicionales asociados con poseer un vehículo eléctrico. El primero es cómo se carga un vehículo eléctrico, ya que comprar un cargador en casa cuesta miles de dólares y las estaciones de carga públicas están cada vez más costosas.