LaguNotas Mentales: Como decía Peña Nieto: ¡He volvido!
Por Daniel Tristán/Kriptón.mx
Hace falta tener valor para darle a un veinteañero el poder de la opinión en un medio de comunicación. Es como darle un cuerno de chivo a un chimpancé. La cosa seguramente no saldrá bien. Hace diez años eso fue justo lo que Quique Padrón hizo conmigo. Corría el año 2015 y yo, en plena flor de la juventud, buscaba un espacio para poder escribir. Preguntando aquí y allá fue que la vida me puso en el camino a Quique quien, sin referencia previa de mi persona, confío en mí y decidió abrirme un espacio dentro de la sección de “Opinión” de Kriptón. ¡Qué valor!
Fue así que nació mi columna “LaguNotas Mentales”. Un espacio cuya vida se prolongó casi cinco años de libre expresión. Esta columna representó para mí un arma potentísima con la cuál pude hacer valer mi derecho a opinar sobre cualquier tema, a pesar de que un muchacho en sus veintes no tiene mucho qué decir. Ahora, a la distancia, lo entiendo y lo asumo así. LaguNotas Mentales se convirtió en una especie de gimnasio de la escritura para mi. Un medio en el que pude comenzar a gatear para luego caminar, dando tumbos, dentro del mundo de la prensa escrita.
Aún conservo en mi archivo algunas de las columnas que escribí para Kriptón en aquéllos años. Tengo que aceptar que, al revisarlas, siento vergüenza pues en ellas quedó expuesta la inexperiencia y la ingenuidad de un escuincle que aún no tenía el camino recorrido para poder asumir la responsabilidad de una columna de opinión. Por otro lado, también veo a la distancia y agradezco haber tenido la fortuna de haber encontrado una oportunidad de esa naturaleza para poder forjarme y hoy tener la capacidad de poder escribir con cierta coherencia.
Esas “LaguNotas Mentales” cumplen este año una década de existencia. Han formado parte de mi vida, han fungido como una especie de diario público, una válvula de escape, un desfogue emocional y psico-social. Hace un par de semanas comencé a pensar qué podía hacer para festejarle su primera década de vida a este espacio y la respuesta brincó solita, sin necesidad de forzarla: “¡Tengo que retomar la columna, tengo que hacerlo en Kriptón!”.
Hace diez años esta columna me abrió el camino para poder escribir en otros medios de comunicación. A pesar no haber dejado de estar activo desde aquellos inicios en 2015 la vida me fue llevando por otros lados y un día dejé de lado las “LaguNotas Mentales”
¿Qué mejor manera de festejar su década de existencia que volviendo al punto donde todo comenzó? Me siento muy emocionado de poder echar a andar esta columna nuevamente. Hacerlo me evoca al sentimiento de volver a casa de los padres después años de la emancipación y ser recibido con los brazos abiertos y un buen plato de sopa caliente. Se siente correcto, se siente natural, se siente acogedor.
Como decía Enrique Peña Nieto: “¡He volvido!”. Hoy doy el banderazo de salida a esta nueva etapa de vida de mis queridas “LaguNotas Mentales”. Voy a divertirme como enano con este espacio. Gracias Quique Padrón por la confianza, gracias Kriptón por la carta abierta para hablar de lo que me dé la gana y como mejor me plazca. Pero sobre todo gracias a usted, amable lector, que se toma el tiempo para sentarse a leer estas líneas en momentos en los que el mero acto de la lectura representa un acto de rebeldía ante la marea digital que nos asfixia
