CARTAPACIO: TIERRAS RARAS
Por Raúl Ruiz/Kriptón.mx
Cuando vimos la emboscada de Trump y sus malandros en la oficina Oval de la Casa Blanca, contra Volodimir Zelensky, imaginamos la típica escena cinematográfica del abusón que obligaba a vender su rancho a los pobres del pueblo, para apoderarse del agua, el petróleo del subsuelo, o porque por ahí iría a pasar el tren y eso le daba plusvalía.
Hasta el lloriqueo de la embajadora de Ucrania, Oksana Markarova, símbolo de angustia, vulnerabilidad, miedo, se vio reflejado en el EN VIVO, producido por Trump desde sus dominios políticos.
“Eres un mal agradecido, vamos a solucionarte la destrucción total y te perdonaremos la vida, a cambio de las Tierras Raras que tienes”. Le dijo Trompetas al atemorizado chaparrito, venido de aquellas lejanas latitudes.
Y uno en su ignorancia se pregunta: ¿Qué shingaus es eso?
Me puse a rascarle un poco a la investigación y resulta, que…
En el ámbito de la geopolítica, “Tierras Raras” se refiere a un grupo de 17 elementos químicos esenciales para la fabricación de tecnologías avanzadas como teléfonos inteligentes, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y sistemas de defensa.
Estos elementos incluyen lantano, neodimio, disprosio, entre otros. Materiales desconocidos para los profanos.
Pero aunque su nombre sugiere escasez, no son necesariamente raros en términos de abundancia en la corteza terrestre, sino que su extracción y procesamiento son complejos y costosos.
Desde una perspectiva geopolítica, las Tierras Raras tienen un impacto significativo debido a que su producción está altamente concentrada en unos pocos países, especialmente China, que controla alrededor del 60-70% del suministro global y tiene una ventaja estratégica en su refinamiento.
Esto ha llevado a una dependencia de otras naciones de las exportaciones chinas, lo que genera vulnerabilidades económicas y estratégicas para industrias clave.
Por ejemplo, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han puesto de relieve el papel de las Tierras Raras como un recurso crítico que puede ser utilizado como herramienta de presión geopolítica.
En respuesta, muchos países buscan diversificar su suministro mediante la exploración de nuevas reservas, la inversión en tecnologías de reciclaje y el desarrollo de capacidades locales de procesamiento.
Esto refleja cómo las Tierras Raras no sólo son un recurso material, sino también un componente clave en las dinámicas de poder global.
Ahora comprendo mejor la película “Pantera Negra”, pues Wakanda es el análogo de Tierras Raras, donde se produce el VIBRANIUM, un prodigioso metal que revoluciona la industria de la salud, el transporte, la seguridad pública, la economía, y muchos temas sociales más.
Como quiera que se le vea, los ucranianos no tienen con qué pagar su independencia.
Aquí la cosa es, ¿Quién tiene derecho a tales riquezas? Los rusos o los gringos.
Especulemos.