Otro aspecto interesante es el impacto en las conexiones neuronales. La naturaleza repetitiva de ciertas acciones en los videojuegos puede fortalecer las redes cerebrales relacionadas con la memoria de trabajo y la atención selectiva. Estudios realizados a mediados de 2002, han demostrado que ciertas áreas del cerebro vinculadas con el control de impulsos presentan mejoras tras sesiones regulares de juegos hechos en 3D, y la capacidad de relacionar profundidades y entorno en tercera dimensión.

Sin embargo, es importante destacar que no todos los videojuegos son adecuados para personas con TDAH. Los especialistas recomiendan títulos diseñados específicamente con fines terapéuticos o educativos, en lugar de aquellos que puedan ser excesivamente estimulantes o que promuevan hábitos poco saludables. Y es que se ha demostrado que algunas entregas puede presentar adicción, aislamiento social, y daño en los ciclos de sueños, más allá de los generado en la vista por estar tanto tiempo viendo una pantalla.

Por otro lado, son más los estudios que aseguran que los videojuegos si pueden generar un impacto significativo en la salud de las personas con TDAH. Así lo señala un artículo realizado por el director académico de la FIAP, el brasileño Wagner Marcelo Sanchez, el cual “enseñan las tablas de multiplicar a niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad”.

Cabe mencionar que hay entregas más allá de ayudar a personas con TDAH, también mejora la memoria y aumenta la cantidad de materia gris en el cerebro de los adultos de entre 55 a 75 años. Y es que un estudio de la Universidad de Montreal, asegura que Super Mario 64 “hace efecto en la estructuras neuronales” de las personas de la tercera edad. Así como también Tetris, que según NatGeo, “podría ser bueno para la salud mental“.