Estados Unidos encuentra una mina de hidrógeno capaz de proporcionar energía por milenios, considerado el “Petróleo del futuro”
China ha demostrado cómo la industria energética debe recurrir a nuevas alternativas para impulsar las energías renovables. Dejar el carbón fue el primer paso. No obstante, ya son varias las iniciativas que siguen ese rumbo: edificios capaces de funcionar como baterías, o incluso llenar un mercado con paneles solares en Ciudad de México. Texas se una a la tendencia con el proyecto “Ciudad del Hidrógeno”.
Primero debemos tomar en cuenta un punto: Texas es uno de los mayores productores de petróleo del mundo. Entonces, ante el cuestionamiento de ¿qué pasará en cuanto los niveles del combustible fósil se reduzcan o la baje la demanda? Es ahí donde entra en juego el domo de sal de Piedras Pintas, lugar en el que se buscará producir 280 mil toneladas de hidrógeno verde al año.
Fruto de la colaboración entre Green Hydrogen International (GHI) e Inpex Corporation, la iniciativa buscará satisfacer la creciente necesidad de combustibles limpios, especialmente en Asia. En este contexto, la Ciudad del Hidrógeno podría convertirse en un actor fundamental en la transición hacia una energía más sostenible a nivel mundial.
Al proyecto se suma ABB, la gran empresa sueco-suiza, especializada en la fabricación de equipos industriales y componentes enfocados en la electrificación. Con el tridente de pioneros en su sector, se tiene como meta mejorar la infraestructura eléctrica del lugar y ajustarla a las demandas del futuro al implementar tecnologías más avanzadas.
Y a todo esto, ¿qué es el hidrógeno verde? Generado a partir de fuentes renovables como la solar y eólica, es una alternativa limpia a los combustibles fósiles y se puede utilizar en diversos sectores, incluyendo transporte, energía e industria. El amoníaco verde, producido sin combustibles fósiles, ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro punto: la Ciudad del Hidrógeno destaca por su sistema de almacenamiento. Este utiliza el domo de sal de Piedras Pintas para almacenar hasta 6 TWh de energía, suficiente para abastecer a varios millones de hogares. Esta solución aborda la intermitencia de las energías renovables y busca asegurar una producción estable de hidrógeno.
La construcción de este oasis energético se encuentra programada para comenzar en 2026, con el ambicioso objetivo de iniciar la producción comercial en 2029. De cumplirse las proyecciones, esta instalación se convertirá en una de las más grandes del mundo en producción de hidrógeno verde, al consolidar el papel pionero de Estados Unidos en la nueva era energética. Contará con un electrolizador de 2,2 GW, alimentado por 3,75 GW de energía solar y eólica.
Aunque hasta aquí todo pinta para bien, aún persisten retos significativos, sobre todo en lo que respecta a los costos de producción y la infraestructura necesaria. Por otro lado, el alto costo energético de la electrólisis del agua plantea dudas sobre la viabilidad de estos proyectos.