CARTAPACIO: MINORÍAS DIRIGENTES
Por Raúl Ruiz/Kriptón.mx
Hoy amanecí con desproporcionada circunspección… más bien prosopopéyico y mamón.
Eso me pasa cuando concentro mis lecturas en autores muy perros, cuyas afirmaciones y categorías no admiten ápice de ironía o sarcasmo en el rigor académico que manejan.
Como Antonio Gramsci, por ejemplo.
Así es que, a riesgo de perder las dos terceras partes de mis lectores, os conmino a dejar aquí la lectura, so pena de fenecer víctimas del sopor que produce la arrogancia extrema del analista.
Hoy tomo como base las profundas categorías emitidas por el ilustre pensador francés, Antonio Francesco Gramsci.
¿Listo el recorte?
Cuántos quedaron. ¿Tres? Con esos nos vamos.
De todas maneras, la mayoría de estos textos son intrascendentes.
El tema de hoy tiene que ver con la reciente designación de Pablo Gómez, como líder de la Comisión para la Reforma Electoral, cuyo objetivo es principalmente, convocar a la ciudadanía para que participe en el análisis y proponer cambios al sistema electoral mexicano.
La comunidad misantrópica, no reconoce esta autoridad y cuestiona todo.
Nada les acomoda.
La misantropía es la aversión, la desconfianza, el desprecio o el odio, en general hacia la especie humana, el comportamiento humano o la naturaleza humana.
A estas voces, que por cierto, sistemáticamente se manifiestan contra el gobierno, Gramsci las reconoce como MINORÍAS DIRIGENTES.
Antonio Gramsci desarrolló una visión profundamente crítica y sofisticada sobre las minorías dirigentes, especialmente en el contexto de su teoría de la hegemonía y el papel de los intelectuales orgánicos dentro de las estructuras de poder.
Veamos.
Minorías dirigentes en la teoría gramsciana
1. Intelectuales orgánicos y hegemonía.
• Gramsci sostiene que cada clase social emergente genera sus propios intelectuales orgánicos.
• Estos no son pensadores aislados, sino actores que articulan la visión del mundo de su clase, organizan el consenso y ejercen funciones de dirección cultural y política.
En México aún no alcanzan categoría de pensadores organizados. Ja.
• Las minorías dirigentes, en este sentido, no dominan solo por coerción, sino por consenso cultural, lo que él llama hegemonía. En el caso de México, construida por los intelectuales orgánicos de Morena.
2. Bloque histórico
• Las élites no actúan solas: forman parte de un bloque histórico que incluye alianzas entre clases y fracciones sociales.
• La hegemonía se construye cuando una clase logra que su visión del mundo sea aceptada como “sentido común” por otras clases.
3. Función educativa y organizativa
• Las minorías dirigentes tienen un rol pedagógico: educan a las masas, organizan la sociedad civil y moldean la cultura.
• Esta función es clave para mantener el orden social sin recurrir exclusivamente a la fuerza.
4. Revolución pasiva y élites transformadoras.
• Gramsci analiza cómo las élites pueden impulsar cambios sin alterar las estructuras de poder, lo que él llama “revolución pasiva”.
• En este proceso, las minorías dirigentes absorben demandas populares para neutralizar su potencial transformador.
Recomiendo como lectura:
“La teoría del Estado y el poder” Aquí descubrimos como Antonio Gramsci explora la hegemonía cultural que permite a las élites mantener el poder sin violencia directa.
• El aporte de Gramsci para una teoría marxista de las élites analiza cómo las élites se constituyen como intelectuales orgánicos y organizadores sociales.
Viene a cuentas este contexto académico, porque…
La propuesta de Reforma Electoral en México para 2025 puede analizarse desde la perspectiva gramsciana como un intento de reconfiguración hegemónica y las minorías dirigentes, las de ahora, serán séquito, o cortejo para la legitimidad del resultado.
Gramsci y la Reforma Electoral: ¿Reconfiguración de la hegemonía?
1. Consolidación de una hegemonía política
Según Gramsci, las clases dominantes no gobiernan solo por coerción, sino por consenso cultural, lo dije líneas arriba.
Pienso que es verdad que la reforma propuesta por el gobierno de Sheinbaum busca concentrar el poder en el Ejecutivo, debilitando contrapesos como el INE y reduciendo la pluralidad política. Aunque lo niegue la presidenta.
Esto puede interpretarse como un intento de redefinir el “sentido común” democrático, desplazando la representación proporcional y favoreciendo una narrativa de eficiencia y austeridad que legitime el poder dominante.
2. Eliminación de los plurinominales: ¿silencio para las minorías?
La desaparición de los diputados plurinominales afectaría directamente la representación de fuerzas políticas minoritarias.
En términos gramscianos, esto implica reducir el espacio de los intelectuales orgánicos de otras clases, limitando su capacidad de disputar el consenso y participar en el bloque histórico.
3. Revolución pasiva y simulacro de participación
Aunque se anuncian consultas ciudadanas y foros abiertos, varios analistas señalan que la comisión encargada está conformada por figuras del oficialismo, lo que sugiere una revolución pasiva: cambios que simulan apertura pero consolidan el poder existente.
Gramsci advertía que las élites pueden absorber demandas populares para neutralizar su potencial transformador.
¿Estamos ante una reforma que integra la crítica para desactivarla?
Pienso que sí.
4. Disputa interna como lucha por la dirección.
La reforma también refleja tensiones dentro de Morena.
Gramsci diría que se trata de una lucha por la dirección dentro del bloque histórico, donde distintas fracciones compiten por definir el rumbo del proyecto hegemónico.
Y aquí es donde van a crugir los huesitos de los ambiciosos que quieren prolongar su proyecto político.
Podrían competir para influir, el problema es, que nuestras gramscianas MINORÍAS DIRIGENTES, no tienen ninguna fuerza.
Son voces sueltas que en su irritación, expelen misantropía pura.
Desorganizadas, y totalmente rebasadas por el grupo hegemónico que gobierna hoy.
Si quisieran revertir su destino, desplegar una Estrategia Prospectiva, y alardear con un discurso crítico, pero solvente… Ya me habrían llamado.