A esto se dedicó Ramón Valdés tras retirarse de ‘El Chavo del Ocho’
Entre 1978 y 1979, cuando iniciaron los conflictos profesionales entre ‘Chespirito’ y Carlos Villagrán, lo que produjo la salida de ‘Quico’, Ramón Valdés también decidió retirarse del elenco. El legendario actor mexicano tenía 54 años, por lo que continuó ejerciendo su oficio de comediante, además de que artísticamente se quedó como “Don Ramón”.
Carlos Villagrán ha mencionado en varias entrevistas que Ramón se salió de ‘El Chavo del Ocho’ por solidaridad con él, asegurando que la ausencia de “Don Ramón” en la vecindad automáticamente acababa el programa, incluso si hubiese continuado ‘Quico’.
Sin embargo, su hijo Esteban Valdés reveló otros motivos de su retiro del famoso elenco de los años 80, por lo que la supuesta solidaridad con Villagrán se queda corta. También aclaró que su padre no abandonó ‘El Chavo’ por dinero, sino porque “no era feliz”.
“Mi papá decidió dar un paso al costado. No fue un berrinche, no fue una pelea. Fue una elección de dignidad”, afirmó Esteban, agregando que a Ramón Valdés le afectaron emocionalmente una serie de cambios en la producción del programa. Justamente, Chespirito y Florinda Meza habían hecho pública su relación amorosa.
¿A qué se dedicó Ramón Valdés tras el ciclo con ‘Chespirito’?
Ramón Valdés encontró en el circo un refugio profesional. Lejos de la televisión, pero cerca de la gente, se presentaba en espectáculos donde volvía a interpretar con picardía y ternura a varios personajes, pero manteniendo la esencia del querido Don Ramón.
En una entrevista otorgada en Chile, el propio actor reconocía que esa etapa le permitía conectarse directamente con el público, algo que valoraba profundamente. “No le pagué la renta al señor Barriga, campeón, y me compré un circo (en México)”, dijo Valdés.
Además, participó en algunos proyectos junto a su amigo y excompañero Carlos Villagrán, quien modificó el nombre de ‘Quico’ a ‘Kiko’ para su programa ‘¡Ah que Kiko!’. Ambos viajaron a Venezuela, donde se embarcaron en producciones televisivas y presentaciones en vivo que revivían parte de la esencia de la vecindad del Chavo, aunque sin el resto del elenco.
Ramón Valdés, un símbolo gracias a ‘Don Ramón’
Más allá de la televisión, Don Ramón se convirtió en un símbolo cultural, trascendiendo su imagen en generaciones y fronteras. En Brasil, por ejemplo, fue usado en protestas sociales contra el aumento de los alquileres, al ser considerado el inquilino eterno que nunca podía pagar la renta. Su frase “no tengo dinero” se convirtió en lema, y su rostro, en estandarte.
Pero eso no es todo. En el mundo de la moda callejera, su rostro ha sido impreso en camisetas con una estética inspirada en la banda ‘The Ramones’, en una clara mezcla de humor, rebeldía y nostalgia. La figura de Don Ramón, con su gorrita, sus pantalones gastados y su eterna lucha contra el señor Barriga, terminó por representar al hombre común latinoamericano: simpático, trabajador, orgulloso y siempre al borde del desalojo, pero con una sonrisa.
Las redes sociales también lo han convertido en un meme recurrente, usándolo en contextos irónicos o críticos con una vigencia que pocos personajes televisivos pueden presumir. A través de WhatsApp puedes encontrarte stickers con algunos de sus icónicos gestos, y nunca falta su célebre frase en el Día del Trabajador: “No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar.