En esta temporada de calor es importante reforzar la higene para prevenir enfermedades diarréicas agudas
La diarrea es una afección distinguida por un aumento en la frecuencia de las evacuaciones (más de tres al día) y una disminución en la consistencia de las heces, las cuales se vuelven líquidas o semilíquidas. El dolor abdominal, vómitos, fiebre y malestar general pueden acompañar el cuadro. En niñas y niños, las causas de las diarreas infecciosas son principalmente virales, aunque también pueden ser bacterianas o parasitarias.
La transmisión de las enfermedades diarreicas se produce principalmente por consumo de alimentos o agua contaminados, falta de higiene, como no lavarse las manos antes de comer o después de ir al baño o por la ingesta de medicamentos (antibióticos). Es importante saber que hasta los 3 años de edad, niñas y niños pueden tener entre uno y tres episodios de diarrea al año. Aunque la diarrea en sí misma puede ser un cuadro autolimitado, la deshidratación es la complicación más grave a evitar; además infantes con malnutrición, esquemas de vacunación incompletos o condiciones de inmunosupresión tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves.
Además, algunos factores están directamente relacionados con la incidencia y severidad de las diarreas, tales como: ausencia de control prenatal, bajo peso al nacer, falta de lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses o esquemas de vacunación incompletos. Si una niña o niño menor de 5 años de edad presenta cuadro característico de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), es crucial seguir las siguientes recomendaciones para su manejo adecuado: evitar la automedicación (no administrar medicamentos sin prescripción médica), buscar atención médica oportuna para una evaluación y tratamiento adecuado; Uso de Vida Suero Oral (VSO): Administrar la cantidad indicada de sobres de Vida Suero Oral (SRO) para prevenir y tratar la deshidratación. Y obtener y seguir las instrucciones de la capacitación en cuidados en casa, es importante aprender a preparar y administrar VSO, reconocer signos de alarma y ofrecer cuidados adecuados en casa.
Es fundamental que padres y cuidadores estén atentos a los siguientes síntomas y busquen atención médica urgente si niñas y niños presentan: sed intensa o incapacidad para beber líquidos, vómitos frecuentes (más de tres veces por hora), más de tres evacuaciones en una hora, observan presencia de sangre en las heces fecales, o presenta fiebre persistente por más de tres días o tiene letargo o irritabilidad inusual.
Se ecomiend algunas prácticas clave que pueden marcar la diferencia, tales como, la Higiene de manos: lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar, manipular o consumir alimentos; después de usar el baño o cambiar pañales; y tras toser o estornudar. La lactancia materna exclusiva, brindar lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad, fortaleciendo el sistema inmunológico del bebé; Solicitar los esquemas de vacunación completos y mantener al día las vacunas recomendadas para prevenir infecciones que puedan causar diarrea. Y finalmente, la higiene alimentaria y del hogar, es importante asegurarse de que los alimentos estén bien lavados y cocidos, y garantizar la limpieza adecuada de los espacios domésticos para reducir el riesgo de contaminación.