El hacker que simuló su propia muerte para evitar mantener a su hija ha sido encarcelado
En enero de 2023, Jesse Kipf partió de este mundo a la temprana edad de 39 años. O por lo menos así lo afirma el documento que certifica su fallecimiento. Esta semana recibió una sentencia de seis años y nueve meses de cárcel por simular su fallecimiento con el fin de eludir el pago de la pensión alimenticia a su exesposa y su hija. Además, se verá obligado a abonar una sanción cercana a los 200.000 dólares.
Aunque seas un experto en tecnología, es importante recordar que no basta con falsificar certificados de defunción para ser considerado legalmente fallecido, como suele ser comúnmente conocido. La situación de Jesse Kipf radicaba en deber 100.000 dólares a su exesposa y su hija debido a retrasos en el pago de la pensión, por lo que los agentes federales no creyeron en la conveniente muerte que ocurrió.
Después de una exhaustiva investigación, el FBI encontró a Kipf en pleno auge en Kentucky, bajo una identidad renovada, lucrando con la comercialización de los datos que obtenía como pirata informático, vendiéndolos a Rusia, Ucrania, Argelia y otras naciones.
De esta manera se simula tu propia muerte.
De acuerdo con lo informado en el artículo de The Washington Post, en el año 2023, Jesse Kipf se apoderó de las credenciales de un doctor de Hawái para ingresar al sistema de salud de la isla y fabricar un expediente falso que indicaba su propia muerte.
Tras reinventarse, adquirió un número de Seguro Social ficticio y se trasladó a establecerse en Kentucky.
Se ha verificado que Kipf logró ingresar a redes privadas en Arizona y Vermont, además de dos reconocidas cadenas hoteleras, con el propósito de sustraer datos que posteriormente comercializó con “personas de Rusia, Ucrania y Argelia”.
Además, logró acceder de forma no autorizada a los datos de al menos tres individuos, comercializando sus números de Seguro Social, expedientes médicos y certificados de nacimiento.
Según la defensa, Jesse Kipf sirvió en las fuerzas armadas desde 2006 hasta 2009, y durante el año 2008, cuando se separó de su esposa, fue enviado a Irak. De acuerdo con su argumento de defensa, este pirata informático experimentó “un impacto psicológico durante su tiempo en el ejército, lo que desencadenó un incremento en su comportamiento arriesgado y criminal”.
La justificación no ha convencido, ya que Jesse Kipf ha recibido una condena casi idéntica a la solicitada por el fiscal. Según la sentencia, al simular su fallecimiento para evitar cumplir con sus responsabilidades de manutención, el acusado continúa causando daño a su hija y a su madre.
Tal como hemos observado, a un hacker no le resulta difícil simular su propia muerte. La complicación radica en lograr que la policía te crea, especialmente cuando tienes una deuda superior a 100.000 dólares con tu exesposa y tu hija…