A Bill Gates le tomó tiempo aprender que la adicción al trabajo reduce la productividad
En naciones que hablan inglés, se le conoce como workaholism, mientras que aquellos que hablan francés lo denominan workaholisme. En Japón, se utiliza el término karōshi, mientras que en Alemania se popularizó el término arbeitssucht. Aunque podemos nombrarlo de una variedad de maneras, se trata del mismo problema: la adicción al trabajo.
Según varias investigaciones, el exceso de trabajo, o la adicción al trabajo, es un problema. No mejora su productividad; en cambio, lo convierte en un adicto. ¿Cuál es la información adicional sobre esta tragedia?
Se trata de un problema que tiene un impacto en muchas personas en todo el mundo. La sensación de plenitud laboral, también conocida como “tranquilidad”, fue algo que Bill Gates tuvo que aprender, pero que al entender los efectos negativos de no descansar, se convirtió en un gran defensor del descanso para mejorar en su crecimiento laboral.
Según una investigación publicada en la National Library of Medicine, es crucial cuidar a los trabajadores para evitar convertirse en adictos al trabajo. Además de los costos físicos y mentales evidentes para las personas, la disminución de la productividad y la vitalidad de los empleados puede reducir la producción de las organizaciones a largo plazo.
Aunque creo que es incorrecto adoptar un enfoque que comience con la producción empresarial, considero que la adicción al trabajo debería ser analizada desde la perspectiva del trabajador, ya que esto demuestra que mantener trabajadores en estas condiciones no es beneficioso para la sociedad en su conjunto.
En su estudio “Workaholic: una visión general y el estado actual de la investigación”, una psicóloga de la Universidad de Bergen en Noruega encontró varios factores que contribuyen a la adicción al trabajo. De esta manera, resulta complicado ofrecer una explicación amplia de sus raíces, sin embargo, insiste en que los conflictos entre la vida laboral y familiar son el punto de partida.
Se ha descubierto que la adicción al trabajo es una condición patológica que afecta tanto al adicto como a su entorno, según una investigación publicada en Annual Reviews. Esto tiene el potencial de afectar la productividad y el éxito de una persona, aunque se aclaró que en varios casos, la persona adicta al trabajo no pierde productividad y vive pensando que la relación esfuerzo-recompensa es suficiente para mantener su ritmo.
Hasta ahora, creo que no hemos definido claramente la adicción al trabajo. De acuerdo con una publicación de la UNAM, la adicción al trabajo se define como la necesidad excesiva, compulsiva e incontrolable de realizar una actividad laboral. El periódico de la Universidad va más allá y destaca que el impacto de los smartphones y las nuevas tecnologías es una de las principales causas de este problema.
Según el informe de la UNAM, hasta 2016, el 85% de las compañías mexicanas reconocían el trastorno ocupacional. Según Erika Villavicencio, doctora en Salud Ocupacional, es importante distinguir entre ser adicto y ser productivo, aunque puede parecer beneficioso tener una gran cantidad de personas “trabajadoras”.
Ese mismo texto menciona datos reveladores, como que el 65% de los trabajadores trabaja entre 10 y 12 horas al día. En nuestro país, las personas de entre 29 y 48 años son las más trabajadoras, según estimaciones realizadas por otra publicación de la UNAM.
Por ser honesto, una de las expresiones con las que no estoy de acuerdo es la afirmación de que “el trabajo dignifica”. Aunque no entraré en discusiones al respecto, creo que ese tipo de frases ayudan a expandir y desarrollar la mente workaholic. No descansar pronto tendrá un impacto negativo en nuestra calidad de vida y nuestra salud mental y física porque este es un problema mental que requiere atención.
Cada situación es única, y la solución para desactivar una mente adicta al trabajo no parece ser universal ni simple. No obstante, los gobiernos e instituciones deben prestar atención a la salud de sus trabajadores, ya que una fuerza laboral agotada no será tan productiva como una que puede descansar adecuadamente. Es algo que beneficiaría a todos, no solo a los individuos. Por lo tanto, iniciar la jornada de 40 horas puede ser una excelente fuente de inspiración.