La energía solar ya es la primera fuente de electricidad en la Unión Europea
La energía solar alcanzó un récord simbólico en junio de 2025. Por primera vez, la fotovoltaica se convirtió en la principal fuente de electricidad de la Unión Europea, generando el 22.1% de la producción mensual (45.4 TWh), por delante de la nuclear, con el 21.8%, y la eólica, con el 15.8%, según el think tank Ember, que publicó los datos.
Sin embargo, el buen resultado se produce en un semestre especialmente difícil para las renovables: en los seis primeros meses de 2025, Europa produjo 27 TWh más de gas natural, 3 TWh más de carbón y 2 TWh de lignito en comparación con el mismo período de 2024. El balance global es un aumento de las emisiones de CO2 del sector eléctrico de 16 millones de toneladas, a pesar de que la demanda de energía se mantuvo sustancialmente estable (+2.2%). La principal causa fue meteorológica: 2025 registró el invierno más frío en cuatro años, vientos más débiles que redujeron la producción eólica y menores precipitaciones que penalizaron la hidroelectricidad.
El peso de la inversión pública en energía solar
El éxito de junio refleja décadas de políticas de apoyo que han transformado la fotovoltaica de una tecnología de nicho a un componente significativo del mix energético europeo. La capacidad instalada ha alcanzado los 338 GW en 2024, cuadruplicándose en una década gracias a tarifas de alimentación, créditos fiscales y subvenciones directas que suman varios billones de euros desde su introducción. Además, el sistema de tarifas de alimentación, introducido por Alemania a principios del milenio y reproducido después en toda Europa, ha garantizado en los últimos años a los productores de energías renovables un precio fijo, fijado por el Estado, por cada kilovatio-hora producido. Este precio, deliberadamente más alto que el del mercado, estimuló la inversión en energía solar y eólica durante la fase en que estas tecnologías aún eran económicamente desventajosas en comparación con los combustibles fósiles. Hoy, el plan RepowerEU prevé una inversión adicional de 26,000 millones de euros en energía solar para 2027, con el objetivo de alcanzar los 600 gigavatios de capacidad instalada en 2030.
Estas inversiones masivas han dado resultados tangibles en el mes de máxima insolación: al menos trece países registraron una producción solar récord en junio de 2025, como Holanda, que alcanzó el 40.5% del mix eléctrico mensual, y Grecia el 35.1%. Además, el sector fotovoltaico europeo generó directamente más de 648,000 puestos de trabajo, creando una cadena industrial que va desde la producción de paneles hasta el mantenimiento de las instalaciones. Sin embargo, la dependencia de los incentivos sigue siendo estructural: según datos de la Agencia Internacional de la Energía, el 87% de la nueva potencia renovable instalada en el mundo sigue beneficiándose de formas de apoyo público, mientras que solo el 13% es competitiva en mercados sin subvenciones.
El reto de la variabilidad meteorológica
Aunque representa un hito importante en la transición energética, el récord alcanzado por la energía solar el mes pasado también pone de manifiesto las fragilidades de un sistema cada vez más expuesto a la variabilidad meteorológica. La producción eólica se desplomó un 9% en el primer semestre de 2025, la mayor caída registrada, mientras que la hidroeléctrica sufrió una prolongada sequía. Cuando faltaron el viento y la lluvia, el sistema eléctrico europeo tuvo que compensarlo reactivando las centrales térmicas: el gas natural aumentó la producción un 19%, alcanzando su nivel más alto desde 2022, mientras que el carbón, aunque llegó a un mínimo histórico del 6.1% en junio, aún creció un 2% en el semestre.
Hacer frente a la creciente variabilidad climática requiere una inversión mucho mayor en sistemas que almacenen energía renovable para usarla cuando sea necesario. Por el momento, estas tecnologías no son suficientes. En 2024, Europa alcanzará una capacidad total de unos 61 gigavatios hora (GWh ) de baterías, gracias a los 21.9 GWh instalados solamente en 2025. Aunque se trata de un récord, el crecimiento se ha ralentizado con respecto a 2023, cuando casi se había duplicado. Se espera un nuevo aumento del 36% de aquí a finales de 2025, pero el nivel global sigue estando muy lejos del objetivo: se calcula que la UE necesitaría más de 780 GWh de aquí a 2030 para gestionar eficazmente las energías renovables.