Guía básica sobre el embarazo de las gatitas
El embarazo de una gata es un proceso natural que requiere atención especial para asegurar la salud de la madre y sus cachorros. A continuación, te ofrecemos una guía rápida sobre los aspectos más importantes de este proceso.
Celo y fecundación
Las gatas entran en celo a partir de los 6 meses, y si no están esterilizadas, pueden quedar embarazadas tras el contacto con un macho, el celo puede durar casi todo el año, dependiendo de factores como la luz y la temperatura.
Signos de embarazo
Aunque el embarazo es difícil de detectar en las primeras semanas, algunos cambios notables incluyen una mayor afectividad, disminución de la actividad, y a partir de la cuarta semana, un vientre abultado. La gestación dura entre 58 y 67 días.
Cuidados durante el embarazo
La gata debe tener una dieta adecuada, aumentando su ingesta de alimentos en un 25%-35%. Es importante también brindarle un ambiente tranquilo, libre de estrés.
Preparación para el parto
Cuando el parto se acerque, la gata buscará un lugar apartado y cálido para hacer su nido, prepara una caja con mantas en un sitio tranquilo y asegurándote de que tenga comida y agua cerca.
El parto y los cachorros
El parto suele ser rápido y natural, la gata lamerá a los cachorros y cortará el cordón umbilical, aunque si no lo hace, puedes ayudar con cuidado, después de dar a luz, la gata expulsará la placenta, lo que es completamente normal.
Cuidados postparto
Es importante que la gata tenga acceso a una buena alimentación rica en proteínas y calcio durante la lactancia. Además, debe estar en un entorno tranquilo para cuidar de sus cachorros.
Esterilización
Si bien es natural que una gata sea madre, la esterilización es una opción responsable para evitar camadas no deseadas y contribuir a la reducción del abandono animal.
El embarazo de una gata requiere cuidados y paciencia, pero con la atención adecuada, puedes asegurar que tanto la madre como los cachorros estén sanos y felices.