El asma: qué es, causas, factores de riesgo y cómo controlarla
El asma es una enfermedad de los pulmones que hace que las vías respiratorias se inflamen y se estrechen, lo que dificulta la respiración. Aunque no se puede curar, los síntomas pueden controlarse con tratamiento. Los ataques de asma pueden ser leves o graves, e incluso poner en peligro la vida en algunos casos.
¿Cuáles son los síntomas del asma?
Los síntomas más comunes del asma incluyen:
-Dificultad para respirar.
-Sibilancias (un silbido cuando se exhala, especialmente en niños).
-Tos constante, especialmente de noche.
-Sensación de opresión en el pecho.
Los síntomas pueden empeorar cuando haces ejercicio, cuando hace aire frío o cuando te resfrias. También pueden aparecer por estar expuesto a alérgenos como el polen, el moho o los animales.
¿Qué causa el asma?
El asma puede ser desencadenada por diferentes factores, tanto heredados como del ambiente. Algunos de los desencadenantes más comunes son:
-Alérgenos, como el polen, el polvo, la caspa de animales y los residuos de cucarachas.
-Infecciones respiratorias como los resfriados.
-Contaminación del aire o humo.
-Ejercicio físico, especialmente en climas fríos.
-Emociones fuertes o estrés.
Algunas personas tienen más riesgo de desarrollar asma debido a factores como:
-Tener familiares con asma o alergias.
-Vivir en un lugar con mucha contaminación.
-Ser fumador o estar cerca de fumadores.
¿Cómo prevenir y controlar el asma?
Aunque no se puede evitar que el asma aparezca, hay formas de controlarlo para vivir mejor. Algunas recomendaciones son:
-Sigue un plan de acción. Habla con tu médico para que te ayude a hacer un plan de tratamiento, que puede incluir el uso de medicamentos y cómo manejar los ataques.
-Evita los desencadenantes del asma, como el polvo, el polen y la contaminación.
-Monitorea tu respiración, usa un medidor de flujo espiratorio para chequear cómo está funcionando tu respiración. Esto puede ayudar a detectar cambios antes de que los síntomas empeoren.
¿Cuándo debo ver al médico?
-Los síntomas empeoran rápidamente, incluso después de usar tu inhalador de alivio rápido.
-Tienes dificultad para respirar, incluso con actividades leves.
-Los medicamentos ya no funcionan como antes para aliviar los síntomas.
Con un buen tratamiento y seguimiento, las personas con asma pueden llevar una vida activa y controlada, minimizando los riesgos y mejorando su bienestar.