La solución de China para acabar con las largas esperas para cargar los vehículos eléctricos fue exitosa.
En España, las ventas de vehículos eléctricos siguen aumentando y se están observando las primeras esperas en las estaciones de servicio. China ha optado por cambiar el sistema de baterías para combatir la escasez de cargadores.
La nación está desarrollando una red de estacionamientos en todo el país donde los conductores pueden cambiar sus baterías gastadas por nuevas. El sistema funciona de manera completamente autónoma: los conductores estacionan en una plataforma similar a un garaje y simplemente presionan un botón. En solo cinco minutos, un brazo mecánico retira la batería original e instala una nueva.
El problema de este sistema no es la construcción de infraestructuras de intercambio, sino la compatibilidad con las marcas de vehículos eléctricos. No hay muchos fabricantes que permitan cambiar las baterías. Uno de los modelos más vendidos con esta característica es el Nio ES6.
Aunque China es el líder en infraestructura de intercambio de baterías, otros países también están estudiando este tema. Rest of World ha informado que Better Place, una empresa con sede en San Francisco, fue pionera en 2008, pero su tecnología no terminó de despegar debido a la enorme inversión inicial.
Europa está observando de cerca este sistema, sin embargo, es necesario que los fabricantes de automóviles eléctricos modifiquen sus vehículos. El segundo desafío será establecer una red de estaciones global.
China ha construido 3.567 estaciones de intercambio de baterías.
Con el 85% de los cargadores rápidos y el 65% de los cargadores lentos en todo el mundo, China lidera el mercado de los puntos de carga, junto con las estaciones de intercambio. La nación ha recibido una felicitación de la Agencia Internacional de Energía por su inversión en infraestructura para el cambio de baterías.
Según una encuesta de JD Power, algunas dificultades que enfrentan los consumidores incluyen la duración de las baterías, las colas en las estaciones y el acceso a los puntos de carga. Esto podría obstaculizar el paso de los vehículos de combustión a los eléctricos.
China ha tenido que encontrar soluciones rápidamente debido al aumento de las ventas de vehículos eléctricos. Pronto comenzaron a trabajar en el intercambio de baterías, que era uno de los más realistas. A finales de 2023, el país tenía 3.567 estaciones y cada cambio de batería costaba entre 80 y 100 yuanes, o unos 10 y 12 euros.
La empresa china ha sido pionera en la adaptación de sus automóviles para el intercambio de baterías. Nio controla 2.333 de las 3.567 estaciones del país, lo que representa el 65,4% de la red nacional, porque no quiere controlar todas las fases del proceso.
Los conductores que han usado este sistema por primera vez en Nio han destacado la mejora en la experiencia de carga. Ahora, los usuarios no deben preocuparse por colas largas o esperas en las estaciones de servicio.
La marca sigue produciendo baterías no intercambiables. Al comprar el vehículo, los clientes pueden elegir si quieren una batería propia o una sustituible. La segunda opción podría implicar una disminución del precio final del vehículo de 70.000 yuanes, o unos 8.975 euros.
