CARTAPACIO: MARINES
Por Raúl Ruiz/Kripton.mx
Noticias impactantes como el espectáculo de rancho Izaguirre; el posible desafuero de Cuauhtémoc Blanco; la cortina de humo de los aranceles; y por supuesto el escándalo de la senadora, Andrea Chávez, han dejado fuera de la AGENDA SETTING, el tema de las maniobras de dos buques de guerra retacados de marines gringos, que flotan a unos metros de nuestras aguas nacionales en el golfo de México.
Todos sabemos que es un movimiento intimidatorio.
Es una película muy densa, de mucha tensión; de suspenso.
Que comienza con la amenaza letal del “bocotas”, Trump.
Cualquier pretexto es bueno, pero la excusa es fabulosa: “Queremos el resguardo de la frontera con 10 mil hombres de la Guardia Nacional, la detención de los principales capos de la comarca, o entraremos nosotros a poner orden.”
La respuesta de la Presidenta, Claudia Sheinbaum fue, contundente: “Los mexicanos somos un país soberano. Cooperación, sí; colaboración, sí. Subordinación, NO.”
Y les entregó como regalo, un combo de 29 malandros de medio pelo, y un capo debilitado por la edad.
Para tranquilizar al bravucón, se pasó una instrucción al Senado, para que se pusiera de modo, y el Senado de la República, concedió autorización para el ingreso a territorio mexicano de 155 elementos de las Fuerzas de Infantería de Marina del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos.
En el dictamen, que fue aprobado por unanimidad de 94 votos, los senadores nos dijeron que se trata de una oportunidad para fortalecer el adiestramiento en la aplicación de procedimientos tácticos, a nuestros soldados, así como la proyección de nuestro país ante la comunidad internacional.
Al mismo tiempo, en dicho ejercicio, con la finalidad de participar en el “Ejercicio Bilateral Anfibio FÉNIX 2025”, se llevará a cabo en tres fases en las instalaciones del Centro Regional de Adiestramiento Número 4 (CENERAG-4) de la Armada de México, ubicado en Isla Santa Margarita, Baja California.
Según el secretario de la Comisón de Marina, Ronaldo Zapata Bello, es un dictamen relevante para la seguridad nacional.
Admite, que la participación de elementos de la Marina junto con los de Infantería de Estados Unidos, permitirán un avance crucial en la interoperabilidad, ya que se optimizará el entrenamiento conjunto en operaciones de superficie, tierra y aire.
Un segundo destructor se unió al USS Gravely, desplegado por el Comando Norte de Estados Unidos en la zona fronteriza el fin de semana pasado.
Es muy inusual que dos buques de guerra estadounidenses estén desplegados de forma simultánea en la frontera sur, lo que deja en evidencia el énfasis que el Gobierno de Donald Trump está queriendo demostrar su verdadera intención con su presencia militar allí.
Me pasan esta información:
“El Gravely, un destructor fuertemente armado diseñado para interceptar misiles balísticos, desempeñó un papel clave en la lucha contra los ataques hutíes en el mar Rojo, pero ahora se centrará en patrullar las aguas frente a Estados Unidos y México y en facilitar la interdicción de drogas por parte de la Guardia Costera, que contará con un destacamento a bordo.”
La Guardia Costera pareció adelantar el despliegue del segundo buque de guerra el martes, cuando dijo en un comunicado que el Comando Norte de Estados Unidos “desplegó dos buques de guerra de la Marina de Estados Unidos en la frontera sur para apoyar las operaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Guardia Costera”.
Días atrás, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que el destructor USS Gravely se encontraba en aguas internacionales y no en territorio nacional mexicano.
Digo, para los perspicaces.
La presidenta, explicó que Estados Unidos había informado previamente sobre su despliegue en el golfo de México y que su misión era vigilar rutas de tráfico ilícito.
Pero eso no es todo.
Además de los 155 elementos autorizados para el ejercicio militar en México, Estados Unidos ha desplegado fuerzas adicionales cerca de la frontera mexicana.
Por ejemplo, el destructor de misiles guiados USS Spruance (DDG 111) patrulla en aguas del Pacífico, mientras que el USS Gravely opera en el Golfo de México.
Estas unidades, dicen, están enfocadas en combatir el terrorismo marítimo, la delincuencia organizada y la migración ilegal.
También se han movilizado equipos de la Guardia Costera de Estados Unidos, conocidos como LEDET, que realizan misiones de interdicción marítima, incluyendo la lucha contra la piratería y operaciones de seguridad nacional.
En síntesis, estamos rodeados.
Híjole, esas señales no son buenas.
Rusos y chinos seguramente ya están maquiavelando una jugada en alguna otra parte del mundo.
Voy por unas tortitas de camarón bañadas en pipián.
