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Novedades Universales: Un Cadillac blanco en llamas

Novedades Universales: Un Cadillac blanco en llamas

Por Bertha Fernandez y Jimenez/Kriptón.mx
Hoy recordé un pasaje triste y feliz de la vida de mi papá, que quiero contar.
Bernardo Fernández Monreal, periodista por 50 años en el Esto -su co -fundador, el mejor diario deportivo del país- y El Sol de México, mi Padre.
El, como todos los hombres, amaba los coches.
Su primer auto fue un “fordcito” redondo que parecía huevo.
Los años pasaron y fue modernizándose, hasta comprar un hermoso Cadillac blanco, creo que modelo 52.
Don Macha andaba muy feliz con su auto que era largo y hermoso.
Un día fue a Polanco a entrevistar a un ganadero.
En lo mejor de la plática, entró una persona a la casa y anunció que se estaba quemando un coche.
El, con una corazonada increíble, ¿dijo “no será el mío”?
Se levantó, se asomó por la ventana y vio que, en efecto, era el Cadillac blanco el que ardía.
Salió de inmediato y regresó a la casa para llamar a los bomberos.
Llegaron los hombres en su vehículo rojo y no sé por qué razón, no pudieron conectar las mangueras.
Bernardo, apesadumbrado, contemplaba como se consumía su “tesoro” hasta quedar inservible.
Era el carro, que tanto trabajo le había costado comprar.
Como llegaron los bomberos, se levantó un acta y la policía quiso llevarse a los niños que habían puesto un cohete en el escape.
La madre angustiada rogó al dueño del auto, que no permitiera que detuvieran a los niños.
De tal manera que el agraviado tuvo que luchar por que liberaran a los chamacos latosos.
Por alguna razón él llegó a su casa y vio que comían algún platillo escaso y modesto.
Conmovido por ver la pobreza, dio una ayuda económica a la madre de los chicos que lo habían dejado sin coche.
No pasó mucho tiempo para que los toreros, a los que conocía, porque como periodista había cubierto la fuente taurina, se enteraron de lo ocurrido.
El cultivó grata amistad con ellos, de tal manera, que Curro Ortega, paisano de Macharnudo,-como cariñosamente asi se le llamaba- organizó una corrida en la Monumental plaza México, la mas grande del mundo, a beneficio del periodista, a quien compró un Cadillac blanco, igualito al anterior.
¡Bendito Curro, paisano de mi Padre y buen amigo!

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