Novedades Universales: Recuerdos de mi encuentro con Imelda Marcos

Por Bertha Fernández y Jiménez*/Kriptón.mx
Una vista privada a nuestro país.
Cuando me comuniqué a la representación diplomática, no me dieron información, porque la visita era privada.
En aquel entonces, la mayor parte de los visitantes oficiales extranjeros, se hospedaban en el Hotel Camino Real.
Así que me encamine a ese lugar, pero ellos tampoco estaban autorizados para informar si la dama se hospedaba ahí.
Convencida de que no podía cruzarme de brazos, decidí esperar en la entrada de los autos del hotel. Afortunadamente había una banquita, así que ahí me senté a esperar que algo sucediera.
Pasaron como dos horas y de repente percibí” un movimiento inusual, una limusina, con dos largos coches de seguridad, se aproximaban.
Abandoné mi asiento y me acerqué’ al auto.
Ahí venía la guapa Imelda, quien tenía un hermoso cutis de porcelana, parecía una muñeca.
Cuando me identifiqué’ y le expresé mi deseo de entrevistarla, me salió’ un hombre de seguridad, que ahora llamamos “guarura” y pretendió alejarme, girando el brazo, tratando de desplazarme.
Imelda le dijo que no interviniera, que iba a aceptar la entrevista.
Entramos al hotel y tomamos una escalera de servicio, que nos conducía, nada menos que a la suite presidencial, donde destacaba un piano blanco, precioso.
Estaba puesta una mesa, con un solo servicio porque doña Imelda comería ahí, ella sola.
Hicimos la entrevista, explicó que tenía proyectos para apoyar a una institución infantil.
Cuando terminamos de conversar, me preguntó si quería comer con ella, para que pusieran plato y cubiertos.
Acepté la invitación.
Cuando terminamos de comer, hizo una señal a su ayuda de cámara, la única persona que estaba en la suite .
La asistenta se acercó con una cajita de terciopelo rojo y se la dio a Imelda, que a su vez me la entregó a mi .
Era un juego de aretes, anillo y adorno, colgado de una cadena. Las cuatro piezas, en forma de corazón eran de concha nácar con una perla engarzada.
Yo, confieso que me sentí incómoda, pero recordé las palabras de mi amado jefe, Daniel Ramos Nava : “nunca pida, pero si usted hace un buen trabajo y le dan un regalo, acéptelo”.
Así que tomé la cajita roja, agradecí y me despedí de la ex miss Filipinas.
Y ex presidenta de ese país tan entrañable, además, fue esposa de ex primer ministro de Filipinas, dictador Ferdinand Marcos. Imelda lo sucedió, tenia una colección de mas de 3 mil pares de zapatos.

*DATOS PROFESIONALES DE BERTHA FERNANDEZ Y JIMENEZ
Galardonada dos veces por la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, donde por un periodo fungió como vicepresidenta.
En El Universal trabajó por 22 años. Un total de 31 años en el periodismo nacional
. Nació en la ciudad de México.
Cuando estaba en cuarto año, descubrió que podía escribir, ganó un concurso, al redactar una carta, que pidió la directora de su escuela primaria oficial, Gabriel Leyva.
Estudio, inicialmente para maestra de Jardín de Niños -educadora-
Trabajo nueve años en la formación de los niños preescolares.
En 1970 decidió iniciar la práctica de su vocación.
Acudió a Novedades para solicitar practicar dentro del periódico
Fue bien recibida por el subdirector, Ricardo del Río y el jefe de Redacción, Daniel Ramos Nava.
Bajo la dirección de don Daniel, comenzó a escribir, el sugería temas para entrevistas o reportajes, nunca corregía nada.
Si el trabajo le interesaba , lo publicaba. No tenía tiempo para dar indicaciones.
Berta, con gran disciplina, acudió todas las tardes a Novedades, porque consideraba que era como ir a la Universidad.
Práctico durante doce meses, hasta que decidió comunicar al jefe, que haría las pruebas para ingresar a trabajar de planta en Novedades.
No fue fácil, había que hacer trabajos de reporteo, sugeridos por tres periodistas del diario. Cada uno solicito diversos temas
Después se sometió a un examen sicológico y uno físico y finalmente una trabajadora social visitó el hogar de Berta, para conocer el nivel socioeconómico, en el que se desenvolvía .
Fue aceptada como reportera y le asignaron las fuentes religiosas y después las turísticas .
Estuvo otro ciclo de nueve años como reportera de ese diario.
Un día converso con su amigo Miguel Reyes Razón, quien le preguntó cuánto ganaba.
Era poco, 8,000 pesos mensuales.
Miguel la convenció de que cambiara de periódico. En el Universal, le dijo, ganaría 25,000 pesos.
Decidió incursionar en ese diario, que era, junto con Excelsior, el mejor de México.
En el Universal, además de mejor sueldo, Berta tuvo mejores oportunidades, se apreció mejor su talento.
A un mes de ingresada, fue enviada a la NASA, a Houston y a un centro médico importante, donde pudo ver de primera mano , una operación de corazón abierto
Así siguió trabajando feliz en el Universal, donde tuvo oportunidad de reportear las visitas de la Madre Teresa de Calcuta, la reina Isabel, los Reyes de España , y muchos personajes más.
En lo que la reina Isabel viajaba en el yate Britania. Berta y un grupo de reporteros seguían sus pasos por tierra, en el recorrido que hizo desde Acapulco, hasta La Paz
Fue enviada a Canes a una reunión de mujeres.
El Universal estimulaba a sus periodistas, Berta recibió múltiples premios de parte de su director, Juan Francisco Ealy.