Historia y Respuesta: Oscar H. Vazquez, entre el adiós y la honra de haber cumplido
Por Miguel Angel Aguilar/Kriptón.mx
Entre el sobresalto que a diario domina la escena mexicana, se encuentran las malas noticias que ensombrecen aun mas el panorama que enfrenta la comunidad entera.
Ha muerto don Oscar H. Vazquez, decano del periodismo libre de San Luis Potosí, hermano de gran Raúl que fungió de forma calibrada el hecho y derecho de ser reporteros de calle, periodistas profundos de gran calado a la hora de cuestionar y merecer, rasgar las vestiduras del cinismo de los léperos o pudientes y sobre todo, hacer comunicación vital entre publico e instituciones, claridad, pujanza y fortaleza.
Don Oscar Hiram Vázquez Cervantes: todas las tolvaneras de todos los montes y valles de San Luis Potosi se han de estremecer al paso de la noche en que se vivió con la conciencia tranquila y también con la emoción del buen entendimiento.
Yo lo traté durante algunos años cuando trabajé para la radio y en compañía de otros grandes como don Polo Guerrero y Viki Hernandez y ahí don Oscar fungía como un verdadero maestro de la síntesis y sus poderosas declaraciones concentradas: la ciudad salía de un caos en otro, si el asesinato del Director de la penitenciaria Lic. José Luis Vega, los motines frecuentes en las cárceles, caída de rectores y gobernadores en turno, secuestros de camiones e incendios que los petrificaban como símbolo de una ciudad y estado ingobernable.
El periodismo que nos enseñó ahí don Oscar fue ante todo de una gran responsabilidad y sapiencia y es ahí donde varios de mis compañeros de entonces como Marco Antonio Hernandez Morales, Javier Rodríguez, Hipólito Infante, Jose luis Vidales y Mauricio Ramos Valdez, super mozos y recién salidos de la uni y de muchos compañeros mas que lograron la radio reabasteciera el panorama del periodismo crítico de siempre en tierras tuneras.
La historia de Don Oscar fue siempre de ir hacia adelante y en el Sol de San Luis y en EL Heraldo y como director de comunicación de Pronapade –la destintadora de papel periódico del mundo entero en territorio potosino, veíamos periódicos de Irlanda, india, Japón, Venezuela, etc.-y siempre don Oscar sonriente, altivo, buen amigo, gran maestro.
Luego nuestra afinidad por el ajo, ese pedacito de la eternidad que siempre nos ha permitido abusar de lo notable sin hacernos daño por la persistencia en lograr la recuperación de la salud en ese bulbo radiante y oloroso. Años después se aficionó de manera profesional buscando la producción masiva de la tintura y la ojuela y todo lo referente a las ristras poderosas del ajo.
Su hermano Raúl Vázquez fue director del Sol de San Luis en una época de cacicazgos y manifestaciones estudiantiles y del civismo radical de las masas navistas que convirtieron de fama nacional a San Luis como “la Cuba de Mexico” y siempre fieles al apego, la verdad, la no indulgencia.
Dios nos lo tenga a buen reguardo y con la conciencia de haber cumplido de manera cabal todos los caminos y que sus hijos y nietos y bisnietos sientan el poder de haber conocido a su esposa doña Imelda Guevara y vivir tantos años juntos y tan cercas una del otro y cuidándose fraternalmente. Adiós a don Oscar y con la sentencia ineludible de los espiritistas españoles que sentencian: “no estén tristes, nos volveremos a encontrar”.
Las exequias fúnebres en Tangassi 83 y este sábado misa en tequis a las 10. Ánimo Marcela García Vázquez, tu tío querido nos enseñó a todos triunfar ante adversidades y ser parejos y sencillos y nobles y muy sonrientes. Abrazo milenario.