Obras de Ricardo Castro cimbraron el Coloso de Villerías

Por: Roberto A. Valenciano Capín

Un Teatro de la Paz que se vistió de gala y a la vez fue testigo para celebrar en sus instalaciones uno de los homenajes más merecidos en la historia de la música mexicana, los 150 años del natalicio del afamado compositor mexicano Ricardo Castro. Un acierto mas de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí bajo la batuta y dirección del Maestro José Miramontes Zapata, al concertar un programa integrado por tres de las mejores obras nacidas del ingenio de este gran maestro nacido en Nazas, Durango.

Un programa que tuvo la peculiaridad y  plus de ser testigos de la primera ópera nacional, el primer concierto para piano y también el primero para cello en este país.

En esta ocasión, se disfruto plenamente del Poema Sinfónico “Oithona”, el Concierto para violonchelo y orquesta y concluir dicho festín musical con el Concierto para Piano Op. 22.

En el cual se contó para este concierto con la participación de destacadas ejecutantes, como el pianista, Rodolfo Ritter y el reencuentro con su gente potosina del cellista, Vladimir Sagaydo quienes, en conjunto con la orquesta, hicieron vibrar a los asistentes reunidos en el majestuoso Coloso de Villerías.

Un reencuentro con los potosinos de Vladimir Sagaydo, al ser algún tiempo parte de la OSSLP, quien ahora regresa con una sutileza interpretativa, perfectamente matizada y expresada, que hizo que cada nota pulsada fluyera de forma sublime, impecable y precisa de un concierto con su dificultad técnica, quien agradeció el recibimiento de su ejecución al ofrecer como encore, bajo el pulso de una interpretación muy personal y sentida de la pieza -Vocalise- de Sergei Rachmaninov.

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