Después de las dudas del primer partido, y ya con un día de descanso, la rusa Maria Sharapova regresó al Estadio Mextenis y enseñó su mejor versión, la de la número dos del mundo, para superar en poco más de una hora a la colombiana Mariana Duque-Mariño por 6-1 y 6-2.
La ganadora de cinco torneos Grand Slam complació al público mexicano con la actuación. Dominó desde el fondo, controló con el saque y hasta dejó algunos detalles con tiros de derecha y de revés.
«Mi meta en el torneo es mejorar cada ronda, siempre hay ajustes en una nueva cancha y superficie, me sentí mejor, al final se complicó porque me rompió un par de veces, pero estoy muy feliz porque tuve un juego sólido e hice las cosas correctas», explicó.
En el inicio del encuentro Maria mantuvo su servicio y Mariana también, pero no la paridad no duró mucho. Tras irse arriba 2-1, la rusa consiguió su primer quiebre del partido y conservó su saque para colocar un 4-1 en el marcador que desilusionaba a su rival.
La sudamericana volvió a sufrir el quiebre y con su servicio Sharapova cerró el capítulo en apenas 28 minutos con estadísticas para presumir: 100 por ciento de puntos ganados con el segundo saque y 92 con el primero.
El segundo episodio volvió a ser un monólogo de la sembrada uno del torneo. Tuvo su primera oportunidad de quiebre desde el game inicial, cuando llegó al saque y luego también a una bola cerca de la red para irse arriba 1-0.
Con un par de slices para enmarcar Sharapova se apuntó los games dos y tres y ya estaba 3-0. Hasta que un parpadeo lo aprovechó Duque-Marino para ganar su primer juego del capítulo.
Maria no se inmutó y en el siguiente game recuperó el rompimiento, para conceder de nuevo uno en el séptimo.
Sin embargo, la diferencia en la cancha y en la pizarra (5-2) era notable y Sharapova cerró el partido con su servicio, en el primer match point su saque fue incontestable para la colombiana y la número dos del mundo se apuntó una victoria sencilla, de apenas una hora y siete minutos. La rusa resolvió por la vía rápida.